07-02-2007

Violación al infante



Ella y la vida son cosas tan hermosas... hasta ese momento, pensaba yo. En pocos segundos se volvieron tan asquerosas... ella y la corta vida que llevaba.

A mis cortos y poco experimentados 15 años, vivía en un departamento, dentro de los barrios más populares de peñalolen, donde escuchaba día tras día, y hora tras hora, los comentarios de las vecinas y mi madre. Por otro lado escuchaba el de los vecinos y mi padre. En realidad las opiniones eran muy opuestas, los sexos se ponían a discutir fuertemente entre sí, no sé si por celos o por intereses... o quizás por ambas cosas.
A mi no me gustaba nada ver ni escuchar la manera en que discriminaban a la mujer desconocida, simplemente por su apariencia o por seguir la ola de los cahuines del sector. Yo creía simplemente en su delicadeza apreciada en lo visual. No me cabía en la cabeza que mujer tan bella podría llegar a ser malvada, o tener malas pretenciones con los demás. Era como un ángel caído al fastidioso mundo popular.

De a poco, mientras pasaban los días, me comenzé a dar cuenta de la extraña actitud de los barones avejentados y los no tanto también; una actitud tan cariñosa y a la vez permisiva... caballerosa. Esto no era muy común, y menos en los exesos vistos por ese tiempo. Creí que sólo se basaba en atenciones al ser ella una dama nueva en el sector; cosas normales que cualquier persona haría con uan inmigrante, pero luego vi cosas que comenzaron a ser increiblemente cariñosas o repugnantes.

Las mujeres, espozas de estos hombres estremadamente cariñosos con la nueva dama, comenzaban a hacerle una fama de prostituta a la nueva ciudadana. No tenían ningun remordimiento ante lo que pudiera sentir la muchacha al escuchar tal fraces desgarradoras, y no las culpo, porque era como si la nueva felina estuviera comiendo y bebiendo de sus cultivos de hace años.
No entendía como hombres podían ponerse de tal manera por un simple cuerpo bonito, y como unas mujeres podían inventar tales patrañas sobre una desconocida y nueva mujer... todo era como lo anteriormente comentado por mí... el interes y los celos a su máxima expresión.

La comunidad de mujeres decía : " Ella se acuesta con todo tipo de hombres, no tiene gustos definidos, les gustan los viejotes y los niñitos de pecho... es una puta de mierda "

Un día decidí visitar a la mujer más popular de esos tiempos, ya que sentía que era la única dañada dentro de esta torpe ribalidad de los sexos. Al llegar a su casa, me hizo pasar de manera muy cordial y amistosa, mientras veía sus ojos llorosos y fatidicos, que me envolvían de amargura, al sentir la pena que aquel ser llevaba por dentro. Todo por causa de los dichos y actitudes de la gente cobarde, que solo lucha por ella misma y sus intereses.
Le entregue un obsequio que le tenía guardado en mi casa, hace algún tiempo... a la mujer que tenía algo más de 30 primaveras, diciendole que creía entender por lo que estaba pasando, qué este regalo era una muestra de mi aprecio, y no tenía sentido sufrir por la estúpidez de los demás. Ella me cogió y me dió un gran abrazo que yo le correspondí, porque pensaba que era muy necesario para ella, por las cosas que había pasado ultimamente.

Sin creer que algo de su actitud cambiaría comenzé a sentir su suabe y usada lengua por mi oreja, mientras habilmente y con la experiencia de los comentarios femeninos del sector, me comenzaba a sacar la camisa del colegio y los pantaloes escolares. De pronto las lagrimas se tornaron en mi rostro al darme cuenta que los comentarios de las mujeres eran realidad, y no un simple egoísmo producido por los celos.
En el momento en que me forzé a tener relaciones sexuales con la asquerosa, decaída, horripilante y pordiosera mujer, ( transformada en mi mente por el hecho que estaba aconteciendo ), me amenazó con armas filosas y sus gritos decadentes, exhibiendo al msimo tiempo sus presas sidosas conocidas por el barrio entero. Me lanzó a la cama y me utilizó, abusando sexualmente de mi, como lo había hecho ya con tantos y tantos hombres pobres, avergonzados, aprovechadores y todo tipo de especie cercana al lugar.

Creo que no hay historia más trágica que la que les acabo de contar, en la vida de un pobre niño, que ahora carece de inocencia absoluta... a la eternidad, en sus cortos 15 años de edad y todos los que le queden. 

4 comentarios:

calabaza dijo...

que gastada y sola debió haber estado para haber encontrado refugio en algo tan banal y frívolo. dejando de lado el amor, cambiandolo por un breve y obligado placer. que terrible es no sentirse correspondido.
que terrible sentir que tus percepciones estaban erradas, que terrible poner las manos al fuego por alguien así.

en efe eme dijo...

·· hay circunstancias en las que
·· lo que sea parece valido

·· ves?, era paciencia no mah
·· yo sabia que en algun lugar
·· estaba la song xD!

·· y mm..eso!.

·· ah!, me gusto el poema, tiene
·· imagenes re buenas!

·· bai

Diego Gajardo dijo...

...

En este caso el dicho "deja que los perros ladren" no funciona...

Interesante su blog, que quiere que le diga... Y no me pregunte como llegue aqui porque ni yo lo se... jajaja!!! en todo caso si quiere darse una vueltecita por mi blog, bienvenid0 sea...

Saludos...

Raúl Álvarez dijo...

Que historia. Llegue a tu blog por casualidad.