10-06-2010

Marca perfecta



Soy el que posee una marca perfecta, sin destacar por mis presencias.

No soy aquel que pide pan y agua, sin poder ver a través de tu alma,

al encontrarme dentro de la habitación más oscura de toda la muerte racial.

¡Sólo los cerdos de guerra aprendieron a luchar por una razón convincente!

Nuestro dinero ya no es sólo papel: es un arma fuerte que en cualquier momento puedes perder.

Toma tus ganancias y huye rápidamente, antes que se alimenten de alma y vientre.

El tejido verde puede pensar, distanciado de lo conocido por prudencia,

si es que te devoran las tecnologías, junto a un par de tus estúpidas vivencias.

Ya hemos perdido un par de santos literales - no artificiales -

pero nos defenderemos un par de siglos más de porquerías irreales,

Para que los destellos de luz no nos tapen la vista y la conciencia;

De un par de mentiras por año... por un par de pérdidas nacionales.

¿Crees que estoy al interior de ustedes? puede que estés un poco demente,

como esas torpes estatuas tradicionales: pidiendo la clemencia de un santo.

Yo no detendré mis látigos tortuosos, al impactar tus espaldas humillantes.

¡No permitiré que mis hijos nazcan tontos de ideas como solía ser antes

09-06-2010

Calles en venta


La hermosura de lo inactivo.
El anhelo de lo envejecido.
Miradas y disquiciones hacía el sueño interior
y algunas proposiciones con un poco de intrínseca pasión.

Lo que no puedo imaginar por mis dotes de pervertido,
pero que puedo interpretar con un par de violentos suspiros.
Unicamente espero un día poder ver tu bella imagén sobresalir,
dentro de miles de mujeres robustas: falderas putas tan similares a ti.

Tú eres más bella que todas las sirenas de carne en arriendo.
¡Vamos! dame el cambio. Debo volver con mis hijos y mujer.
Recuerda que todas las noches vemos películas al anochecer.

05-06-2010

Picho: el perro de Chile



Nadie tiene muy clara su edad ni el lugar del cual proviene, sólo sabemos que el Picho es el favorito de los más grandes y chicos. No siempre fue igual; se dice que antiguamente era un perro callejero, como cualquier otro de su clase. El Picho tenía claro que la gloria no le caería de los cielos, entendía que debía luchar duramente para obtenerla.

Mi primer encuentro con él, fue en mi pasaje, cuando tenía escasos años. El a diario trataba de morderme los tobillos. Esto me provoco diversas crisis y pesadillas, a su vez, me indujo no salir de casa, producto del temor que reinaba en mi día a día. Yo pensaba: ¡perro de mierda! Pero estos insultos mentales eran producidos por que no me percataba en lo que más tarde se transformaría el quiltro de Chile.

Fue así como pasaron algunos meses y me lleve la sorpresa de encontrarme a este perro en mis aposentos, en el cargo de guardián del hogar. De inmediato fue bautizado con el nombre de Pichicho (Picho para los amigos) dejando de lado cualquier tipo de diferencia que hubiéramos tenido en el pasado. A pesar de desconocer la edad del picho, mi familia entendía que estaba en el promedio más elevado de edad en cualquier perro. Por esta misma razón comenzamos a temer por su salud y seguridad. ¡Que tontos fuimos! es que aun no nos percatábamos de los grandes poderes ocultos que poseía el Picho de chile.

Sin importar la alta edad, el nuevo cachupín de La Florida era el alma de la fiestoca y de las suripantas del barrio. Fue así como intentaba hacer lo que fuera para lograr sus básicos instintos vivenciales, junto a gigantes en la materia. Pero no todo era bailoteo para la vida del canino supremo, pues, recuerdo ese mágico momento en el cual dejo su pisada en la luna, al mismo tiempo que introducía la bandera de chile lindo. Sí, como ustedes escuchan, fue el primer perro en pisar la luna para los incrédulos lunáticos.

El canino galáctico, luego de esta extensa expedición y su regreso a la tierra, se encontró con una ingrata sorpresa. Yo estaba encarcelado ya hace seis meses y mi familia no había hecho alguna cosa por rescatarme. El Picho sentía que había que actuar rápido, y así mismo fue, en una operación de 24 horas, junto a su amigo Charquicán, lograron liberarme de las rejas y azotes; aun agradezco en mi corazón este gran gesto hacia la patria.

Finalmente había llegado el momento de volver a casa, pero las cosas no volverían a ser como antes solían ser. Cuando llegamos de regreso a mi hogar, me di cuenta que el Picho había perdido su inmortalidad y ahora era más vulnerable. Fue en ese momento, en el cual decidió dejar sus funciones de guardián para ingresar a casa, siendo ésta la peor equivocación que pudo haber cometido.

En el momento en que ingresó en la habitación de la abuela Ventura, no pudo levantarse nunca más. Quedó lamentablemente postrado para siempre. Era lógico que esta loca abuela, aprovecharía esta situación para utilizar a nuestro líder a su pleno antojo; situación idéntica a como se suscitaron los hechos. Desde ese momento, la abuela usó a nuestro Picho como uno más de su colección de juguetes.

Nosotros ya dábamos por perdida la lucha, justamente cuando inexplicablemente sucedió el milagro que nadie había considerado. Al tercer día de haber caído postrado, el Picho se levantó como si nada, corriendo a las calles. Nunca creí que sus ansias de libertad fueran tantas. Fue parecido al evento de Jesucristo, pero el Picho no resucito al tercer día, sólo se levanto de su guarida. Habíamos vuelto a soñar, justamente en el momento que nuestro Picho volvió a caer pero esta vez, cayó para siempre.

Mi madre me comunicó que era el instante de desaparecer los restos. Mientras la abuela Ventura no se daba cuenta, mi progenitora introdujo en una gran caja al cuerpo inerte del ya fallecido. Con rapidez emergió a la calle, esperando el camión de la basura, para hacer entrega del cuerpo previamente mutilado. Mientras caían las lagrimas del rostro de mis cercanos, se podía observar como se saboreaban los hombres, tal ves por el festín que se darían mas tarde al colocar al Picho sobre la parrilla.

Si ustedes creen que esto acaba aquí, están muy equivocados. Hace poco tiempo, un día de atardecer, luego de volver de clases, me encontré con la sorpresa de que mi madre ya había encontrado al reemplazante, no cualquiera, si no, que se trataba de la Picha. Es la imitación barata de nuestro recordado canino espacial. Tiene los mismos rasgos físicos, junto a una juventud que no poseía nuestro perro chileno.

Esto no puede estar pasando, es una falta de respeto para miles de chilenos que hemos vivido por la obra y gracias de Picho.

Gracias Picho, gracias Chile

04-06-2010

El viajero


Los caminos del viajero finalmente han llegado a un lugar, para el término de la locura y el cansancio. Es el medio día, de aquel viernes de nubes negras y gotas gordas; introducidas en la gran selva. Sin alguna ubicación de tierras, no sabe a que temer y de que cuidarse. El viajero lamentablemente sabe sólo su idioma de procedencia (el español). En el momento de su llegada, a estas nuevas áreas, que tal vez ninguna persona había pisado antes, tenía la mente plagada de millares de ideas locas y desenfrenadas. Él no deseaba dar un paso más, por que entendía que no iba a tener la misma suerte. Imaginaba que luego de seguir la caminata, por sectores desconocidos, una bestia salvaje podría aparece; devorando todos sus interiores.


Inició una meditación a cerca de la situación en la que se encontraba. Luego de un par de minutos, se dio cuenta que si no se movía de aquel lugar, los insectos y los lagartos lo devorarían de igual manera. Sin nada más que su bolso y sus ropas, se dispuso a seguir su trayecto y luchar con las posibles amenazas futuras. No tenía visualmente claras las amenazas, sólo sabía que las habría.



En los primeros metros de aventura, aun se notaban rasgos de sonrisa en su rostro, junto a sus humildes sueños de salvación. Observaba el camino bastante despejado, aunque no sabia en que dirección se dirigía: no sabia cual era la derecha y cual la izquierda. Lo único que hacía cada cierto tiempo, era inspeccionar su cuerpo, para ver que no tuviera elementos enterrados o animales succionando su líquido vital.



De pronto, se encontró con una sorpresa: era rodeado de construcciones en condiciones muy precarias. Sus ojos exaltados al igual que su corazón, observaban la situación. Sin saber lo que le esperaba, decidió internarse en estos monumentos, del centro de la selva. Para la gran sorpresa del viajero, visualizó a docenas de pequeños humanoides de raza negra, que sobre la piel, untaban una capa de pintura blanca. Eso no era todo, estos personajes sacados de los primeros años de la memoria humana, estaban iniciando una especie de rito ancestral. Luego de canticos extraños y bailes exóticos, pudo apreciar el cuerpo de un hombre de piel blanca, con un orificio en su cabeza. Esto era horrible ¿Si le habían hecho eso a este hombre, que podrían llegar ha hacerle al pobre trotamundos?



Cuando menos se lo esperaba, un personaje destacado entre la multitud, tomó el cuerpo del hombre, exponiéndolo por los aires y arrebatando su corazón desde el pecho; acto siguiente, devorándoselo con los dientes. En ese momento, cualquier equivocación o acto de atención, podría provocarle igual suerte al turista selvático. Fue en ese momento, cuando de la espalda apareció un ser gigantesco, expulsándolo al centro de la población de carnívoros. Estos pequeños hombrecillos iniciaron el rito, devorándolo vivo, mientras sus partes se iban pudriendo con el pasar de las horas.