¡Tropas de hormigas africanas invaden la moneda!

Tras una larga temporada de paseo y camping silvestre, sobre osos pelados y leones miedosos, sin olvidar la dura esclavitud del enano animal de las redes de terciopelo... la araña corajuda, las hormigas africanas, conocidas en la televisión española cómo : " las pica caliente y locas frescas ", (no tiene ningún significado con sus múltiples sexualidades y parejas pulgas inestables), decidieron encaminarse a tierras desconocidas, para buscar mejor suerte y un trabajo digno, como el de cualquier ama de selvas. Usted oyó bien, no son los ratoncitos de Fantasilandia, así que pare bien sus antenas y vomite antes de subirse al tren.
De misma forma que los españoles, que fueron a las indias y llegaron vestidos de mujer, con hijos negros y coches usados, las hormigas se vinieron en tropas leyendo "la cuarta", como locas muchachas que son y lo seguirán siendo. Su principal misión conquistadora ya fue propuesta a la jefa de limpieza y ornato, y se trata de buscar nuevas hojas milenarias con estampillas para la lotería, y un poco de pan blanco para comer... no más carbón o azufre lunático... ¡por favor!.

A la llegada a plaza de armas, la tropa de hormigas africanas, decidió hacer una breve detención a su extensa caminata de sesenta y nueve días, favoreciendo a los diferentes medios de comunicación animal y humanos, deteriorado por el efecto invernadero farandulero, dando una rueda de prensa al aire libre... sin tapujo ni moral avanzada, y nada de miedos a insecticidas.

A continuación... la hormiga superior... María Poco Virgen, lera un testimonio de castidad al público pelotudo de Chile... por favor oírla atentamente y con placer obligado, por rifles de un metro y bien cargados : No somos chicas malas, ni demócratas fascistas y comunistas... todo a la vez, simplemente somos hormigas qué no venimos a pedir piedad o un techo para poder vivir, menos plásticos para las lluvias, sino, hemos llegado para exigir un plato de comida fuerte en nutrientes, y a un poco de sus cuerpos belicosos, para devorarles completamente el resto de vida patética que llevan... ¡seres vivos!... ¡todos!. Si te parece que zapateo al revés, no es por tu color de indigestión, es porque te has puesto mis zapatos mal, así no se baila el cha cha cha, y yo camino derechito a la casa grande, que no es la iglesia cerrada por falta de rating, es la Moneda... el lugar donde comenzará la conquista desde hoy. Quien no respete nuestro tratado unitario, con intereses sólo para nosotras mismas, será plagado por nuestra firme tropa africana de leñadoras carnivoras, pero si debemos exceder nuestras fuerzas, llamaremos en cantados a Sarita Vasquez, que en ropa interior bailara un topless a lo Michael Jackson de los noventa... animador de los más pequeños de la casa. Por su atención muchas gracias... buen viaje, al mundo de nunca jamas habrán dedos asesinos.

El último caminar para la sociedad chilena ya se había iniciado, y con tiritones de piernas, la gente ingreso a un colapso nervioso en masa. La presidenta firme en su posición, pedía refuerzos a la comunidad internacional, para impedir el ingreso a la casa nacional y la futura reconquista del país, que al mismo tiempo amenazaba el natalicio número docientos. De a poco comenzaron a llegar diversos dedos mecánicos e insecticidas de grandes dimensiones, que parecían ser la salvación del pueblo unido. Antes que la confianza fuera mucha, todos los presentes sabían, que quizás, en estos momentos, se comenzaba a efectuar la guerra más brutal de los últimos tiempos y que la historia haya archivado en su memoria. Aunque había bastante miedo en la mirada de los hombres, mujeres y niños, por lo menos ya se tenían las armas de destrucción masiva.

Muchos muertos regaron los pisos de la catedral y los restantes iconos patrios, pero sin duda que las hormigas fueron quienes cayeron rendidas, en primer momento, a las orillas del verano demoniaco, tan radiante como la vida misma, que fue desecha y perdida por los elementos químicos ocupados en esa guerra, por las estúpidas autoridades y ciudadanos del centro de Santiago de Chile.

El mundo se extinguió, quedando sólo las ideas y las ganas de una buena defensa anti hormigas militar.