Disculpas ajadas

Les pido plenas disculpas a todos los hombres, mujeres y niños que por diversas razones han debido encontrarse con mi cuerpo raspado de circunstancias poco valorables. Me lamento y entristezco por ellos que han escuchado mis indecentes palabras, siendo escritas u orales. Les digo que no hagan parecer felices de averiguarme, encontrarme, porque sé, según sus ojos y muestras naturales, que me aborrecen tanto como yo lo hago conmigo mismo. He ocupado demasiados espacios para obligarlos hacía mis muestras personales, como son mis conocidos y quieren hacerme sentir acompañado, no me lo indican literariamente, pero viven introducidos en una lectura que no es demostración de sabiduría ni virtud extrema... la lectura que les he hecho adorar.

He dañado la capa más profunda del corazón naciente, la de un bebé de veinte años, que no sabe qué hacer con su pobre existencia vulgar. A quienes mas amo y aún viven he dañado, quizás a mis amores muertos también los he apuñalado y estrangulado sin que ellos puedan defenderse, o hacerme entender, lo que es ésta estupidez de vida o mantención sin alma, dentro de un cuerpo enronchado, cascaroso de sangre y usado de manera sucia y horripilantemente anormal.

He escondido la ilegalidad al frente de mi propagada familia separada, y la he hecho descubrir con mascaras de belleza artificial, demostrándoles a todos la manera como los hago peligrar. No es qué destruya mi propia vida, sino, que ya comencé a destruir la de los que más respeto y deseo por siempre a mi lado, los que me han enseñado todo sobre conceptos de vida, pero la mía es tan diferente a la de ellos... tan miserable y deprimente como esta nueva entrada pordiosera.