
Es muy razonable para mi simpleza de humanidad, al adentrarme en cierto punto de vista diferente al mío, aquella actitud que va dirigida, en la mayor parte de las ocasiones, desde las mujeres de cierta edad, (limpia traseros de niños o uniformadas para trabajar en oficinas publicas), hacía el pueblo entero restante, de todo tipo de edades y conductas. Esas damas aguerridas, que por lo general vencen los treinta años, y siguen la sucesión de los años con rabia y angustia, también aburrimiento, del día tras día. Tienen una amargura e incomprensión gigantesca, para con ese deporte que hipnotiza a los barones avejentados y a los más pequeños; porque es una especie de pasión que se va transmitiendo de generación en generación. Ellas nunca han pensado, si quiera, en introducirse a la cultura del balón, como lo han hecho nuevas señoritas del mundo de las diversidades, las de las nuevas generaciones, quizás porque se acostumbraron al antiguo machismo reinante ante tal método de recreación y goce masivo. El odio y celo crece al ver como no son tomadas en cuenta durante esos minutos, en todo el sentido de la palabra, y con todas sus necesidades. Se prefiere a una caja maldita con "veintidós pelotudos siguiendo a otra pelota", cómo ellas mismas lo hayan expresando en un millar de veces.
Vamos a explicar que la actitud que toman ciertas personas, por aquel deporte, no es algo tan ilógico, ya que no es una desenvoltura tan irracional o estúpida, sin cerebro, como se siente por ciertas áreas del ambiente familiar. Muchos han dicho que es una forma de representar la homosexualidad entre los hombres, pero yo pienso en este instante de mi vida, que es algo más que eso... un simple instinto de batalla.
Los equipos se dividen por países y hacen eliminatorias o clasificatorias, para ser los mejores de sus continentes, de dónde saldrá el mejor país del mundo... disculpen... el mejor equipo del mundo. Dentro de cada país hay diferentes agrupaciones guerrilleras, o equipos de fútbol, que lucharan durante todo el año para ser los lideres de la nación, o como se conoce popularmente por el ambiente o jerga deportiva... de la tabla de posiciones. Estos equipos compraran y venderán soldados, y si el general no hace bien su trabajo, también lo cambiaran.
Dentro del campo de guerra, el general o director técnico es el que dirige a su escuadrón, a gusto propio y del pueblo, que espera la agonía de sus contrincantes. Antes de cada batalla, hay semanas de preparación paramilitar, donde se buscaran formaciones y estrategias para hacer un buen papel sobre la cancha, esperando que no se tenga ninguna baja durante los noventa minutos. Si se nota que la presión afecta o que la estrategia fue mal entendida, hay la oportunidad de relegar funciones de defensa y ataque, cosa que debe ser efectuada antes de que el tiempo se acabe. La guerra tiene dos tiempos para la recuperación o el golpe final, aveces hay definiciones bastante particulares, como la de lanzar misilazos de cierto lugar a un representante de cada equipo, o en otras ocasiones, por ejemplo, se desafía a una segunda batalla de noventa minutos. Luego de cada sesión, hay hombres que no podrán jugar más al fútbol, producto de lesiones de las más serias que se podrían llegar a tener, y otros individuos que se hacen cada vez más fuertes de experiencia, corporalidad y ánimos... guerra tras guerra.
Así se le llama al fútbol... la batalla de los noventa minutos... la pasión de multitudes.
Chile en estos momentos se siente bastante herido, porque de pasar de una gran ilusión por la defensa en nuestros territorios ante los visitantes uruguayos, para ganar puntos valiosos en las eliminatorias sudamericanas, pasamos ha perder una batalla. Nos ha costado bastante eliminar a los países del sur de América, para en un futuro próximo, llegar a ser los mejores, o dueños del mundo. Pero muchachos : Hemos perdido una batalla, aún no la guerra.
7 comentarios:
Fútbol, un revente tema, para mí pasó de ser un deporte totalmente machista a un deporte donde las femeninas también pueden prácticarlo. En mi caso particular jugaré una "pichanga" con amigos donde seremos tanto mujeres como hombres. Saludos pequeño ser.
Adios*
"veintidós pelotudos siguiendo a otra pelota", y ni te imaginas cuantas veces ah sido esa mi frase con respecto al futboll
mas aun de la facinacion que tienen lo chilenos con el juego si saben que las posibilidaddes de ganar son minimas y mas aun no reconocen lo estupidos que se ven al gritarle al monitor de imagen llamado tv que tienen en frente, como si sus gritos euforicos pudieran causar diferencia alguna en el reultado final...
Besos....
Fútbol, fútbol todo el día, cambiando de canal, adaptandome al nuevo equipo, haciendo barra cada noventa minutos a nuevos once pelotudos. Así se disfruta aquel deporte (sin considerar la pichanga tipo, otra pasión de multitudes) hasta el momento que llegan los once pelotudos con la de Chile puesta, otros noventa minutos y me cagan la noche.
Chile no debiera tener fútbol, ni dirigentes ni futbolistas.
Debieran invertir ese dinero que se gasta en ese mercado en otras cosas.
Pero Chile con fútbol, no por favor. Apenas somos buenos para el tenis.
No más fútbol, esa debiera ser la consigna.
saludos
El fútbol, la guerra popular.
Aunque no soy de ponerme camiseta y armarme para pelear, disfruto el espectáculo desde la comodidad de mi casa.
Es increíble como un deporte tan sencillo puede mover grandes multitudes. Todos deberíamos ser como el fútbol...
Simples, bonitos, baratos, requerir trabajo en equipo... pasión.
Salud!os.
Tienes una visión bastante optimista de las cosas y claramente eso es lo que nos falta para surgir.
Me gustó la comparación que hiciste entre el futbol y las batallas de guerra, además se asemeja bastante a la forma en que yo veo ese deporte (por algo jamás me ha gustado).
jajaj está muy bueno, disculpa la tardanza del comentario pero eh estado distraido, me parecio muy exelente esa comparacion, muy presisa :P y me gustó la frase final ajaja ta muy wena, te felicito ;)
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