
Con pena y casi lagrimas me retiraba del lugar, para ir a una reunión obligatoria, sin un destino claro de la ubicación. No quería irme del sector en el que me encontraba, quería que me permitieran quedarme a la despedida de la mujer tan importante para mí.
Antes pensaba que la gente iba a comenzar a desaparecer, pero ahora ya comenzaron a desaparecer de a poco, uno por uno y sin que yo pueda decir adiós.
1 comentario:
ni que te des cuenta
Publicar un comentario