El fin de semana recién pasado, viví una experiencia nueva, de esas que los hombres aventureros tienen por montones, a diferencia de un hombre hogareño como yo. Enfrenté uno de esos miedos que tenía cuando pequeño, en los momentos que era acompañado para realizar tal osadía de viajar fuera de la ciudad. El Sábado recién pasado fue diferente y viaje por mi cuenta a la localidad de Talca, con muchas esperanzas y un encuentro que sería simplemente inolvidable. Anteriormente hubiera sido inpensado viajar sólo, saliendo de mis conocimientos, perdiendo el miedo de lo desconocido.
En la tarde anterior al viaje, fui a muchos terminales, sin saber cual era el correcto para llegar a obtener los pasajes del paraje que yo deseaba. Viaje a las estaciones de metro más alejadas de mi existencia, y aunque fue una estupidez, me sirvió para comenzar ha acostumbrararme del hecho de estar a kilómetros de distancia de mi casa y mi monótona realidad. Finalmente lo logré, luego de mucho miedo compre mi boleto de ida y vuelta, pero el conteo personalizado fue erróneo y mi llegada a Talca era muy tarde, y mi regreso también lo era , de hecho eso me provocaba llegar luego del cierre del metro, con la consecución de quedarme a dormir en el terminal santiaguino, con la suerte, si así me lo hubieran permitido. Gracias a alguien, eso no fue así, y en la mañana pude cambiar mis boletos, para los horarios que pretendía en estos nuevos instantes de nerviosismo.
Ya arriba del bus, veía gente de todo tipos de especies urbanas, mirándose unos a otros con esas caras de alegría y enfermedad contagiosa. El cansancio era como un himno a la bandera, para todos ellos, y si uno miraba a la persona de mal humor identificado, la cara de ese hombre se desfiguraba, como señalandote que si volvías a repetir tal pirueta, podrías recibir un golpe precizo en la cara.
El viaje era contagiosamente hermoso, con los parajes que se veían a cada instante, con una película de muy poco presupuesto, para así intentar de hacer el tramite más sabroso y comodo. Los conductores se paseaban mirando de manera pervertida a cada muchacha, haciendo comentarios de mierda que a nadie les parecían bonitos o correctos. Aunque lo peor era intentar orinar en el baño del bus, mientras la maquina se movía de lado a lado, uno tenía que intentar apuntarle exactamente al espacio permitido para la orina. Al salir del sucucho tóxico, todos me miraban con cara de asquerosidad, sin que yo supiera el por qué, si supongo que es normal que la gente orine... supongo que es así en todas las regiones del país.
Al bajarme finalmente del bus, aliviado luego del tramite de tres horas, esperando a mi esperanzada y hermosa compañía, comencé a dar vueltas por la estación, dentro de una propiedad totalmente distinta a todo lo que anteriormente había conocido. Los precios eran carisimos, aunque la atención muy buena y saludable, a diferencia de lo normal de nuestra capital de Santiago.
Todo iba excelente hasta que se me acerca un muchacho y me dice : ¿tú qué haces aquí?, ¿qué no eres Emilio de Canal Copano?, eso fue el timbrazo que me señaló por una parte que era algo bueno el comentario, porque quería decir que el programa es bien visto en regiones, pero al mismo tiempo, me daba cuenta, que la gente imagina que uno es propiedad de los canales por haber aparecido un par de veces, o quizás que uno vive dentro de ese estacionamiento, o dentro de esa caja eléctrica.
Sin duda que fue el mejor viaje que haya realizado, y no creo que se supere, no lo digo por el viaje en bus y las anécdotas comentadas, sino, por la compañía que tuve toda esa tarde, en una localidad desconocida para ambos.
4 comentarios:
que buena que fuiste y que la pasaste bien.
y bueno nada.
recuerda pitet, la al-gria ya -ie-- je
a mi me pasó algo parecido en mi primer viaje en bus solo , aveces puede ser traumante .. pero bueno ...
Saludos!! está muy bueno el blog
xau
Estas mas grande!!
crecen tan rapido ='(
ni sabía que apercías en la tele.
y Talca es caro porque se da aires de superioridad y eso incluye los precios.
=)
que bueno que recuerdes ese viaje por la compañia, no dudo que fue lo mejor.
saludos
ke buena esa :P lo del baño del bus, no te miran feo por qu seas asequeroso, te miras asi por que se evita abrir esa puerta puyes liberas un asqueroso y repugnante olor solo conocido por el nombre de "olor a bañode bus" pq no hay otro que se le iguale...
ojala tu compañia dure en la distancia y en la cercania ;)
Publicar un comentario