07-01-2008

El encuentro casualmente determinado


No sé si alguna vez hayan notado, esa actitud y situación particular, en la que concurre la gente al encontrarse con alguien nuevamente; con una persona que no se ha visto por largo tiempo; y si es tu antigua pareja, mucho peor. Uno se inventa un caos físico y psicológico sin razón de ser, porque no hay razones para tal egocentrismo. En realidad, creo que si han notado esa actitud, porque ha todos nos ha pasado aunque sea una sola vez en la vida.

Los encuentros siempre se pueden ligar con dos aristas : la casual e intencional; aunque a decir verdad, siempre uno tiene en la mente la internacionalidad del hecho mismo en cuestión y su consumación; quizás uno quedrá saber como se ha desarrollado el otro con el tiempo y la distancia. No faltan los personajes obsesivos, sin esa intención, que cada día que pasan por fuera de la vivienda de la personalidad del pasado personal, quedan mirándola, como si la casa fuera esa persona o así ella supiera que uno pasó por ahí, pensando sobre su actualidad y el deslenguado pasado de ambos.
Cuándo uno lo hace con dotes de casualidad, se pasea por los sector dónde recordaba, en la antiguedad, haber recorrido constantemente con la muchacha, mirando a todas partes como si uno mismo fuera un ladrón o un espía secreto, en pleno trabajo. Lo peor que puede pasar es que la mujer te encuentre, aunque es lo que uno más quiera. ¿qué es lo primero que uno dice cuando te encuentran? : qué casualidad haberte encontrado aquí, nunca me lo hubiera imaginado. ¿Qué se creen?, están a dos mil kilómetros de sus casas y a seis pasos de la existencia de la ex novia y... ¿es una casualidad nunca antes pensada?, eso ni siquiera ustedes mismo se lo creen. A demás que ella siempre se dará cuenta de eso, no es una tonta, y nosotros nos preguntamos: ¿a quién estamos engañando, sino, a nosotros mismos?.
También se encuentra ese hombre decidido, sin miedos a nada según él, que no le importa nada más que volver a saludarla amistosamente como en los primeros tiempos; y cuando está a fuera de la puerta de su antigua amada, comienza a sentir miedo, dolores de estomago y decide correr por su vida, como si al otro lado de la puerta hubiera un asesino con una motocierra. Es que uno le tiene miedo a lo desconocido de lo que pudiera suceder.

En el momento de cruzar miradas con la dama, del pasado de uno, es notoria la imagen que uno mismo se frecuenta, al creer que el destino le ha hecho tan bien y a uno tan mal: pero si se ve mucho mejor que antes, es hermosa, yo no me acuerdo que fuera así y es tan madura; mientras uno se encuentra tan pordiosero, anciano e inmaduro. Simplemente a pasado un poco de tiempo, pero uno fabrica automáticamente esa manipulación sobre uno mismo y ella, porque quizás no haya cambiado tanto, pero para uno es otra persona y mucho mejor que uno. ¡qué tonto fui!, es lo que uno siempre piensa, olvidando cualquier tipo de razones con poderío del pasado.

Ahora se efectúa el peor momento de todos; se propagan los temblores del cuerpo, al mismo tiempo que aparece una gran laguna creada por la transpiración de cara y brazos. Uno cree que la otra persona se ha dado cuenta, aunque la verdad es que ni se ha percatado de esos reflejos,
de los que tan sólo uno nota y que a veces no son tal; junto a ese contraste de sentimientos, llega el gran error inevitable del color rojo de piel, acompañado de la pregunta: ¿por qué estás rojo?. Uno contesta bobamente y sin mayor preámbulo, aludiendo al calor, algo más ilógico que todo lo que te ha sucedido.
¿De qué le hablo?, quizás si le digo una estupidez no quiera volver a verme o dirigirme la palabra. Uno quiere decir algo coherente que la sorprenda, pero siempre se termina hablado de lo más absurdo y denigrante. Lo peor es hablar del sexo con esa persona y siempre pasa, o sino, terminas hablándole de esos tiempos antiguos de los que ella ni siquiera recordaba, al contrario de uno mismo, que es lo que siempre tiene en mente. si reluces un chiste o humorada, no causa gracia, porque ya no se tiene el mismo humor ni se produce la misma chispa de antaño. Lo único que se hace reflejar por el otro lado es una sonrisa falsa, de la que ambos se dan cuenta estomáticamente. El silencio es tan doloroso como incomodo. Cualquier cosa que hagas o digas te hará sentir estúpido y mal entendido.

Cuándo la razón de tu desenfreno entusiasta, que ya va perdiendo todo tipos de flagelos contra uno mismo, se comienza a despedir, uno comienza a alargar la conversación desquiciadamente, transformándose en un patético a no dar más, a cada milésima de segundo es peor. Te dice que tiene que ir a dormir, almorzar o salir, siendo todo una farza para liberarse; siempre pasa así. En el momento de despedirte, la intentas abrazar sin demostrar mucho o poco cariño, y terminas más pelotudo de lo que ya eras, porque a demás de nervioso, ahora no sabes abrazar a la gente.

Finalmente se ve su entorno esconderse en casa, muentras se siente el alivio interno, al mismo tiempo que el fraude creado por uno mismo, de ella y del destino tan poco acogedor.


9 comentarios:

Chiara Luna dijo...

Muy triste, no quisiera pasar por esa situación, aunque cuando alguien me gusta, es natural ponerse nerviosa en su presencia, espero darme cuenta y huir mientras pueda. Suerte pa' la próxima, al protagonista de la historia.

PD: la encontré un poco larga, eso sí.

Isaac M. dijo...

Encontrarse con la Ex es lo peor, sobretodo cuando andas por el centro y pasa onda, ent u misma vereda, y es INEVITABLE NO SALUDARLA, y se te para delante y te saluda, te pregunta que es de tu vida, y tu no le quieres contar nada, pero es imposible no decirle nada, porque esta ahi adelante, y no es cosa de seguir caminando, y tu empiezas a dar pasos chiquititos como queriendote ir, y ella te sigue conversando y te pregunta más cosas

xD

Anecdota propia

Saludos ^^

Anónimo dijo...

:(
supongo q no vuelves

t eche de menitos, de nuevo, keria hablarte, t kero mucho monguito lindo




asi q t encontraste con una ex?, bien por ti !!!!!!

cammy halliwell dijo...

que genial..... a mi no se me nota ... peor derrepetne me pasa ... auqneu ahi con gente con la cuel me arrepiento y es como ¿como chucha pude andar con esa cosa?..pero bueno ....la vida ...lavida!
saludos!!
si me gusto ^^


Adiós!

Anónimo dijo...

hoy, día gris...
















t he extrañado mucho

















más de lo real









lo siento













t kero

Rodolfo Reyes Macaya dijo...

Buendía señor Pittet. Tal vez no me recuerde, yo era de aquella oscura época llamada colegio (pues allí el espacio tiempo convergen) Estaré rondando este sitio, podrías también darte una vuelta por:
http://simio-organillero.blogspot.com/

Anónimo dijo...

t kero
mucho
mucho
mucho
mucho
mucho
mucho
mucho

















:)






muchooooooooo

joaquin urrutia dijo...

Emilio
Tu ultima aparicion en Canal fue de culto

Saludos Santo Ateo

Anónimo dijo...

t llegó un mail


;*