23-05-2008

Suspensión de clases


Con todas las ansias y el goce acostumbrado de un nuevo día de clases universitarias, me dirigí a la lucha de tacos inmensos y rutas inundadas, dentro del contexto de en lo que se transforma Av. La florida cada vez que llueve, por más de un par de horas.

Sabía que en el día de hoy quizás nadie llegaría a la academia del conocimiento, pero mi labor personal era hacer todo lo posible por lograrlo. Hoy nos habíamos puesto de acuerdo para organizar un trabajo con dos compañeros de curso, inmerso en la atareada semana próxima, pero de sus pistas aún no sé nada; Quizás se hayan ahogado, tal vez ya estén enterrados, pero de todas formas yo fui el único personaje que se enfrentó a la naturaleza en esta desolada sala de redacción general. Vivo sin clases ni preocupaciones.

Esto no es Chaitén para que hayan dejado de hacer sus labores, pequeños y adultos universitarios indecorosos.

1 comentario:

sebastiancruz dijo...

había que cumplir, está bien lo que hiciste, los demás indecorosos dan lo mismo