28-02-2008

La víctima de sus propios padres


En nuestro país hay sucesivas perdidas humanas, de niños y ancianos, con importancia nula para la sociedad contextualizada como “sin intereses humanitarios”. Prefieren vender portadas de bustos perfectos y poco naturales, gente discutiendo y abofeteandose, la última copucha del romance de farándula, que anunciar búsquedas de seres o especies perdidas por ahí, (si son gente famosa o adinerada, con publicidad cuantiosa, todo eso cambia), propensas a la muerte obligada o a la violación provocada por genitales extraños y sucios de experiencia decadentemente violentista de virginidad.

Les contaré una historia que pareciera de una película de ficción, pero sin duda que es la pura verdad, no diré santa, porque no tiene nada de ello.

Dos padres supuestamente desesperados, los dos muy pechonios, comenzaron a organizar una búsqueda por la causa de la perdida de su propia hija, tan rubia de alma y cuerpo como ellos, la cuál no se encontraba en ningún sitio. Nada se ha logrado, ni por la gente de civil, ni por la policía, y menos, por las fuerzas especiales de todo el mundo. Se decidió hacer una campaña mundial, que llegó a investigaciones desde nuestro propio y alejado país, hasta el mismísimo planeta Marte, procesos promocionados gracias al acaudalado dinero que tenían los padres que actuaban como muy angustiados por el hecho. La foto de una niñita en Google, cada día se hacía más famosa, porque ni siquiera en uno de los buscadores más importantes de Internet la lograban pillar.

Los investigadores se cuestionaban muchas cosas, y entre esas, salió la duda para con los padres, porque si no se habían enterado del paradero de la niña al rededor de todo el mundo, y los únicos libres de búsqueda eran sus propios progenitores, ¿por qué no los investigaban a ellos?, ¿ por ser los donadores de vida simplemente?, esa no era la razón necesaria para no adentrarse en un final posiblemente escalofriante, ligado a los guiones más desquiciados de los mejores años del cine y el teatro.

El cuerpo había sido mutilado y puesto en una juguera, para la invención del líquido de la matanza. Había sido un accidente, en el que la niña había perdido la vida, pero eso no lo hubiera entendido la autoridad, por lo mismo la decisión de los rubios creadores y eliminadores de vida.

Si le dimos la existencia, ¿quién mejor para quitársela?, fueron las últimas palabras donadas, antes de ser apaleados por los padres sufrientes, con víctimas de menores familiares, al entrono de todo el mundo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola!
me gusto mucho lo que escribiste de verdad siempre pienso en la conciencia de este tipo de personas
bueno eso seria
adios!

El Tio Redfive dijo...

notable! sensillamente eso es lo que es, un descuido mas en esta estupida sociedad...