31-10-2006

Discurso para la nacionalidad



Es impresionante e inigualable la manera en que el hombre adinerado, medio y pobre, de un pequeño país al fin del mundo, se une en tradiciones pueblerinas, sin importar colores ni doctrinas.

Por una vez al año se puede ver como el individuo de pretensiones internacionales y consumistas vive durante días experiencias acompañadas de aquel hombre de la frustración material, que vive de pretensiones que se desarrollan únicamente para poder seguir viviendo dentro de la marginalidad de sus barrios pobres.

Atrás han quedado épocas de artificialidad e ideales torpes, de dictaduras sin sentido y mal efectuadas, separaciones de la gente y sus costumbres tradicionales.

Hoy se lucha, en general, por una sola razón, y es la de la independencia personal, nacional y mundial, la que nos llevará a ser los lideres de un nuevo mundo valiente, acrecentado de modernidad que no deja lo verdadero y palpable de esta lucha y celebración nacional.

Me orguyesco de Chile por la simpleza y propuesta de sencillez y cultura, agradezco a la madre tierra también por haber nacido un dieciocho de Septiembre de 1986.

No hay comentarios.: